Saludo de bienvenida

El criadero de gallinas sureñas El Chozo trabaja por la recuperación y puesta en valor de esta raza autóctona andaluza. Gracias por su visita. Esperamos que el contenido de este blog sea de su agrado. Está dedicado especialmente a aquellos aficionados que emplean su tiempo en la recuperación de la gallina sureña, la gallina de campo autóctona andaluza en su amplia variedad de plumas, que desde tiempo inmemorial ha dado tanto al hombre.


sábado, 5 de mayo de 2012

LAS ANILLAS OFICIALES


La costumbre de colocar anillas a las aves tiene diversos significados en función del uso al que están destinadas y de los intereses del criador. Así pues, existen en el mercado muchos tipos de anillas con colores, formas, materiales diferentes. Oficialmente en nuestro país este uso está regulado por la Federación Española de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura de Razas (FESACOCUR), que es una organización de naturaleza asociativa y sin ánimo de lucro que se constituyó en Madrid en el año 2006 y cuya finalidad es  intentar cambiar la imagen de la avicultura de razas en España y fomentar la afición de cría de todo tipo de aves y conejos. Las razas autóctonas y su divulgación son el gran objetivo de esta nueva federación, que recoge literalmente en el articulado de sus estatutos: "Crear un vínculo entre las organizaciones, sociedades y clubes especializados en la cría, divulgación, conservación y protección de las diferentes razas de avicultura, prestando especial atención y dedicación a las razas autóctonas Españolas, colaborando con todas las instituciones y administraciones públicas. En este sentido, en el ámbito europeo, la FESACOCUR se ha integrado en la Entente Europea de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura que es un organismo internacional que se creó en el año 1.938, o sea, hace más de 70 años que en Europa se viene trabajando en la defensa de las razas de animales. Tiene su sede en Suiza y entre sus objetivos está el fomento, la organización y la participación de todos los criadores europeos en proyectos de selección y conservación de las razas. En la actualidad aglutina  a 2,5 millones de criadores de 26 países diferentes y cada tres años organiza una Exposición Internacional. La última se celebró en la ciudad Alemana de Leipzig, con la asistencia de 85.000 animales.

     Pues bien, dicho esto a modo de introducción y volviendo al tema de las anillas, son estas dos organizaciones (nacional y europea) las que marcan las directrices oficiales en cuanto al color, calibre, formato de las anillas en el ámbito europeo para todas las aves, estableciendo unas tablas en las que se fijan el modelo, color, diámetro para machos y hembras, etc…  
 
   Para el año 2012, se ha establecido el color azul, como podéis ver en las  fotografías que nos acompañan, mientras que el año pasado  fueron de color amarillo y el anterior de color negro. Están fabricadas en un material de plástico duro y el exterior de ellas aparecen unas marcas que hacen referencia a la Entente Europea (EE), al país (E de España, en nuestro caso), al calibre (22mm. para los machos y 20mm. para las hembras), al año de validez (12, los dos últimos dígitos del años 2012) y por último tiene marcado un número de identificación, que resulta ser único en toda Europa para estos animales, es decir, es como si fuese el DNI del ave. 

    De esta forma, toda ave quee porte esta anilla garantiza la pertenencia a la raza y, a través de estos datos, sabremos su procedencia, edad, país de origen, línea genética, etc… y es requisito imprescindible para poder participar en exposiciones o concursos morfológicos de la raza. Cada año es de un color diferente. Este tipo de anillas solo se distribuyen a través de las distintas asociaciones de criadores por parte de la FESACOCUR, por lo que no es posible encontrarlas en el mercado, aunque hay imitaciones o fabricaciones de otros tipos de anillas con formas y colores diferentes que suelen ser usadas para otros menesteres por parte de los criadores, como por ejemplo para distinguir un determinado lote a pollos para saber su procedencia, su árbol genealógico, para saber qué gallo es el padre reproductor, o bien, para marcar aquellos lotes que se adquieren de otros gallineros, o para conocer qué animales de la misma pluma tienen orígenes distintos. Es decir, hay muchas anillas que tienen este uso particular y que cada criador las usa, según su criterio, para marcar las líneas de producción de su gallinero. En el nuestro, por ejemplo, solemos usar bridas de colores que son fácilmente adquiribles en las tiendas de “todo a cien”. Cada criador suele tener costumbres propias a la hora de marcar a sus animales. Ejemplo de ello son los que acostumbran a macar con un determinado color las aves que nacen en el primer semestre del año anillando la pata derecha del animal o, en cambio, la izquierda si ha nacido en el segundo semestre y así tenemos una aproximación exacta en cuanto a la fecha de nacimiento. Todos estos métodos o costumbres que solemos usar los criadores quedan en nuestro ámbito particular, en el de nuestra propia forma de controlar a los animales de nuestro corral y para todo aquello que nos interese diferenciar del resto del grupo. Pero indiscutiblemente, todos los animales deberán portar la anilla oficial si queremos exhibirlos en certámenes, exposiciones o concursos morfológicos de la raza.

    Por su fabricación, como decía antes, con material plástico duro, son herméticas y se deben colocar en la pata del animal en su crecimiento antes de que el desarrollo del pie impida su introducción, de tal manera que una ves adulto, la anilla queda anclada en el tarso del animal con cierta holgura para evitar molestias o estrangulamientos (de ahí el calibre diferente para machos y hembras) y sólo se le podrá quitar forzándola o rompiéndola.

   A veces, o mejor dicho, muchas veces, en nuestro entorno cercano se ven exposiciones de aves sin anillas, en las que los jueces aceptan y valoran sin tener en cuenta este requisito, pero tendríamos que ser más riguroso en este aspecto, ya que si pretendemos igualarnos en esta bonita afición a nuestro entorno europeo, debemos acatar las reglas de juego que se establecen.