La fotografía utilizada en el saludo de la entrada anterior, donde aparecen seis gallinas blancas practicando esquí acuático, no es más que una manera exagerada de llamar la atención para resaltar el derecho a la calidad de vida de los animales que deben ser atendidos con las debidas garantias de salubridad por parte de sus dueños. En realidad, esta fotografía ha sido elegida para dar pie al tema que nos ocupa hoy: La oscura industria del huevo.
Hace poco, llegó a nuestro poder un documento realizado por una organización protectora de los animales con el que denuncia la pésima calidad de vida de las gallinas ponedoras enjauladas, que vamos a ofreceros a continuación para que sirva como elemento de reflexión, de debate y de posicionamiento de rechazo ante este tipo de prácticas abusivas. Puede que alguno de vosotros ya lo conozcáis, pero merece la pena difundirlo y darlo a conocer para que sepamos o recordemos lo que hay detrás de un simple huevo que compramos en el supermercado.
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